Mao Zedong, quien ya era líder del Partido Comunista de China y gobernante de la República Popular China, lejos de lo que muchos piensan, criticó de forma contundente a la Unión Soviética por su política de distensión con Estados Unidos, y también por su intento de ser la única fuerza dirigente y hegemónica en el movimiento comunista mundial.
Mao también describió a la Unión Soviética como un estado social-imperialista, pero no representó una oposición constante.
Por otro lado, la frase "social-imperialismo" fue acuñada por China en relación a la política soviética sobre los países del Tercer Mundo; refiriéndose a la Unión Soviética como una superpotencia imperialista que afirmaba falsamente su socialismo para engañar a los pueblos del mundo, estableciendo dictaduras con una brutal represión que poco o nada tenía que envidiarle al fascismo europeo (Alemania e Italia) y al Imperialismo Japonés (1868-1947).
A finales de la década del 60's, las relaciones entre la China comunista y la Unión Soviética eran tensas. Tanto es así que en 1969 ambas potencias comunistas entraron en un conflicto fronterizo no declarado como ido como el Incidente Damanski-Zhenbao.
Poco después, Mao catálogo a la Unión Soviética de ser el mayor enemigo de China, incluso más que Estados Unidos, con quién empezó a tener un importante acercamiento a partir de 1972 (algo que alivió al gobierno americano).
Este es el ejemplo más claro de que, aunque se puedan compartir creencias ideológicas, los intereses personales siempre van a prevalecer por encima de cualquier otra cosa, y es así como verdadera (y lamentablemente) funciona la Geopolítica mundial.
Autor: Miguel Antonio D'Hers Carnevali
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